Es imposible dejar de llorarte, de amarte, soñarte... Cambiaría mis mejores momentos por un sólo segundo contigo, tocándote de nuevo, como entonces. Como cuando estabas ahí, siempre estabas ahí. A veces te huelo, estamos tan cerca que maldigo al tiempo por querer despertarme. Otras veces te miro, siempre en la misma foto, porque es la única que aprendí a mirar sin morirme... y, a pesar de ello, me muero.
Te necesito tanto...
Te debo mi vida, lo que soy, lo que sé, lo que dejé atrás y lo que ha de venir, las risas, ilusiones... no hago otra cosa que quererte.
LA ALEGRÍA ESTÁ PERMITIDA
Hace 5 años