16 de junio de 2010

Pandora

Se que no soy el primero ni el último idiota,
que se juega la bolsa, la vida y el alma por ti.
El futuro contigo es seguir tu tacón de pandora,
el presente a tu lado un pasado del que huir.
Tengo que hacer testamento por si sobrevivo,
dejaré mi epitafio en tu ombligo pintado a carmín.
Mi venganza es la torpe esperanza de los que han perdido,
la nostalgia es la única foto que guardo de ti.
No te voy a engañar tengo poco que dar,
mis anhelos, mis rabias, mis fobias.
Soy un hombre normal es la curiosidad
la que me hace olvidar tus normas,
la que me hace perder tus formas.

Eres mi fruta mortal,
mi anticristo y mi diosa,
mi ascensión,
mi caída,
mi sombrero de espinas de rosas,
mi consuelo de tontos,
mi canción para sordos,
mi estatua de sal,
mi tesoro en el fondo del bar,
mi armadura hecha escombros.

Se que no soy el primer ni el penúltimo idiota
que ha intentado atrapar una sombra con un calcetín.
Fui tan necio de abrir de un tirón tu cajón de pandora
y la ropa interior que olvidaste lloraba por ti.
No te voy a mentir yo no soy de insistir,
mi riqueza es negar tus limosnas.
Ya no suelo jugar pero quiero apostar
todo al número impar de tus botas,
todo al rojo channel de tu boca.

Eres mi viuda formal,
alfiler de mariposa,
virgencita lasciva,
san atea,
miss mantis religiosa.
Eres mi fruta mortal,
mi anticristo y mi diosa,
mi prisión sin saliva,
mi bufanda de espinas de rosas,
mi consuelo de tontos,
mi canción para sordos,
mi noche sin pan,
mi tesoro en el fondo de un bar,
mi armadura hecha escombros,
mi castillo hecho escombros.

LUIS RAMIRO

PD. Que alguien me quite esta canción...

13 de junio de 2010

Un poco de mi

Son días complejos, cargados de contenido extra. El tiempo no acostumbra a ajustarse a la justicia de sucesos propia de una vida tranquila y reservada. Por eso, una noche de sábado y de tequila compensan la sensación de vacío de cualquier tarde de domingo. A lo largo de mi vida, el termómetro de ciertos sentimientos no descenció de los 40... pero los últimos acontecimientos se clavan, como poco, en mi nuca para recordarme que ya es hora de dejar de sobrevalorar términos que, como las ilusiones ópticas, no son más que una distorsión, muy lograda eso sí, de la realidad.
Quizás sea algo innato al ser humano, o una sobrecarga inicial de expectativas, el caso es que me habéis hecho, por fin, conocer los placeres de la soledad, o reencontrarme con ellos, quien sabe.

11 de junio de 2010

11-06-10

Si volvemos a vernos quisiera explicarte que aprendí a mirar el mundo desde la distancia, justo en el umbral del equilibrio entre la vida y el dolor.
Si volvemos a vernos, volveré a hablarte de la amistad, como parte de mi, y de ti. Dejará de ser delirio y utopía la confianza, y los paseos cerca del mar serán tarea obligada. No habrá más camino que las líneas dibudadas en tus manos y, si quieres, tampoco habrá dirección, ni prisa, ni tiempo, ni palabras... sólo música, o silencio.
Te recibiré con una sonrisa puesta, sólo con una sonrisa puesta.

Pero si, después de todo, no nos encontramos... (ya seguiré en otro momento).