29 de abril de 2010

Libertad

La libertad es la posibilidad de mantenerse aislado. Eres libre si puedes apartarte de los hombres, sin que te obligue a recurrir a ellos la falta de dinero, o la necesidad gregaria, o el amor, o la gloria, o la curiosidad, cosas que ni del silencio ni de la soledad pueden alimentarse. Si te resulta imposible vivir solo, es que naciste esclavo. Puedes poseer todas las grandezas del espíritu, todas las del alma: serás un esclavo noble, o un siervo inteligente, pero no serás libre. Y no es que sea culpa tuya esa tragedia, porque la tragedia de haber nacido así no es culpa tuya, sino exclusivamente del Destino consigo mismo. Ay de ti si, habiendo nacido libre, capaz de bastarte a ti mismo y vivir apartado, la penuria te fuerza a convivir. Esa sí es tu tragedia, la que arrastras contigo.
Nacer libre es la mayor grandeza del hombre, lo que hace al humilde ermitaño superior a los reyes y a los mismos dioses, que a sí mismos se bastan por la fuerza, y no por el desprecio de la fuerza.

Pessoa

3 comentarios:

Jorge dijo...

Mmmm Demasiado sacrificado esto de ser libre, qué quieres que te diga...

Lecram dijo...

¿Y por qué la libertad tiene que ser un valor o un objetivo superior a cualquier otro? Definitivamente, está sobrevalorada.

Anónimo dijo...

Más que superior a otro... es que, según Pessoa, te hace dependiente de personas que no eres tú mismo... y eso, tarde o temprano, pasa factura.

Mariajo