17 de abril de 2012

Fuera de juego

Ejercicios posturales que conllevan que me duelan partes del cuerpo cuya existencia desconocía hasta el momento. Sensación de bienestar, sí. Porque, a veces, el dolor físico consigue apartar de un empujón al otro, al de verdad. Ese que aparece en forma de temblor de manos, sudores fríos o ganas de huír para siempre.
Llego a casa y te espero, mientras giro despacio la bola del mundo: Oceáno Índico, Angola, más océanos... demasiada agua para mí, que ni siquiera sé nadar. Termino en Madrid, que se disfraza de refugio cálido y discreto.
Durante la espera, pasean por mi cabeza todos esos gestos que hacen que las personas seamos prácticamente idénticas. Vivimos en un estado de comodidad emocional que me ahoga. Seres virtuosos y aparentemente superiores que se convierten en bocanadas de aire hirviendo para mi obligación de seguir creciendo.
Desde aquí, amig@s, os pido que no permitáis que me convierta en pasividad y derrota. Hacedme entender, entonces, que las muestras de rebeldía son casi tan necesarias como las caricias. Pellizcadme si no os contesto un mensaje o escatimo en sonrisas. Todo menos caer en la tentación de convertirme en prisas, palabras o perfección.
El sonido de la llave en la puerta invita a atravesar el pasillo abandonando, torpemente, pantalones y camiseta, dejándolos en el camino, como quien se desprende de una ilusión. En unos minutos, el dolor no es más que un susurro, y a mi mente le importa una mierda el paso del tiempo.
Martes complicado, que marca el punto de inflexión que tanto he buscado últimamente. Me siento delante de ti y me dejo caer. Hoy estás más cerca. Y me pregunto si la felicidad tendrá algo que ver con este momento, en el que me acaricias el pelo y me explicas, por enésima vez, en qué consiste eso de "fuera de juego".

13 comentarios:

David dijo...

Me parece brutal esta entrada, aunque no sé si me gusta.

Mariajillo dijo...

¿Qué hace usté conectado? ¿Café mañana tarde? A las 16.30h he quedado con G. a las 17'30h estoy contigo, si eso.

David dijo...

Mañana llego a Barna a eso de las 22h. El jueves noche birra Alternativa?

Mariajillo dijo...

Hecho. A eso de las 22h bajo. Besitos en un mar de dudas.

Sandra dijo...

Me apunto!

Mariajillo dijo...

Es bien! Y ahora digo yo: dejamos de hacer de mi blog un puto chat??????????????????????

david dijo...

Vale. Pero que sepas que te he enviado un whats y no me has contestado. ¿Qué debía hacerte en ese caso? ¿Colleja?

Mariajillo dijo...

Qué enterao eres, por dios. Mira tu correo anda! Bueno, que me voy. Decidle a J. lo del jueves.

Jordi B. dijo...

A mí sí que me gusta tu entrada, casi tanto como verte feliz... porque sí, esos pequeños momentos deben ser felicidad... Y tranquila, dudo que tengamos que llamarte la atención por nada, eres maravillosa y eres constante, tema solucionado.
En cuanto a darle vueltas al mundo... también podría parar en Berlín, o en La Habana... Pero lo hará en el Oncle, o en el Bada, o en cualquier callejuela del centro, de la Barceloneta...
Te adoro.
Pd. El jueves no iré, mis maletas me han puesto un ultimatum.

Mariajillo dijo...

Buenos días, tesoro. Como siempre, gracias.
Anoche vi tu reclamo en facebook cuando ya te habías marchado, lo cierto es que a las 12 estaba durmiendo... hasta hace una hora. Viva Pilates, joder!

Jordi B. dijo...

Sí, Pilates ayuda ;-)
Qué bonito mail, querida. Me lo imprimo y coloco donde pueda leerlo cada minuto.
En otro orden de cosas, no seas tan dura. Al fin y al cabo, lo chulo de ofrecer, es deshacerse de la necesidad de esperar nada a cambio. Eso me lo enseñaste tú.
¿Me explicas qué le pasa a tu sol? Con las ganas que tengo de que nos escapemos a la playa ya, joder!

Sandra dijo...

Soy muy fan de vuestras muestras de amistad, en serio. Pa que luego digas, QUERIDO, que yo siempre fui tu preferida. Hay que joderse ya!

Mariajillo dijo...

Jajajajaja! Qué grandioso comentario. No te me pongas rapitusa anda!
Algún día, hablaremos y te confesaremos que te hemos estado engañando todo este tiempo, no eres hija nuestra, y eso de quererte... no sé, eh?
Y todo ésto me recuerda a cuando era peque, que mi hermano me decía que era adoptada, que mis padres me recogieron de un circo ambulante... menudos lloros, la virgen.