27 de enero de 2014

Lunes

Ya he revisado tres veces la agenda del móvil, y hasta he tenido los cojones de marcar un número en busca de oxígeno y morfina. Quería preguntarte si sabías de alguien capaz de desnudar traqueas y dejarlas así, sin ropa y sin lazo. Pero comunicabas, más que nunca. Porque sólo he acertado a percibir, entre el silencio, el "tútútútútú" de tu iphone telépata y servicial. Nunca un monosílabo reiterado fue tan hijo de puta, poniendo en mi tejado la responsabilidad de quitar, uno a uno, todos esos colchones que coloqué allá abajo, para caer sin dolor, y permanecer en el fondo de la nada hasta que algún todo ficticio decida que ya basta de toda esta mierda. No sé, tal vez hoy esté demasiado asustada;  como cuando llegas -sin saber cómo- al foco del deseo desmedido y te piras corriendo, esta vez sin saber por qué. 
Autodestrucción, marcas a cuchillo recién afilado en la piel, la elegancia del sufrimiento evitable, que decía Vila-Matas en ese París infinito que hoy me escuece con la misma intensidad que hace toda una vida. 
Va joder! coge el puto teléfono e invítame a leer, uno a uno, todos los versos de algún maldito poeta, o algún poeta maldito. Baudelaire, sin ir mucho más lejos, y su cielo -bajo y grávido- que hoy pesa como una puta losa sobre el espíritu gimiente y quejumbroso. Quiero garabatear espirales negras, y que las interpretes a tu manera, revolucionando teorías establecidas, que si la muerte, el universo, o la ausencia. Mira, el universo se puede ir a tomar por culo con todos sus equilibrios mentales, y la muerte tiene un regusto infinitamente más soportable que algunas ausencias. 
Tengo un montón de hojas en blanco por rellenar de proyectos en los que he dejado de creer, y me estoy fumando toda esta coraza apuntalada delante de un mar que se cansó de mí, el día en que yo decidí cansarme de él. Va, dímelo. Puta caprichosa, de pintalabios carísimos que usas de decoración, porque no te engañes, la vida es un decorado que tú has ido ajustando a tus necesidades, que no son pocas ni fáciles para quienes te rodean, y te señalan, con dedos de munición asesina. 
Bien, puede que sea momento de tambalearse de frente, hasta dejarse la cara en el asfalto, y esnifar todas y cada una de las rayas que no sé quién pinto en algún paso de cebra. 
Es lunes. Y no me pasa nada en particular, salvo eso.. Que es lunes. Y te necesito.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Qué hija de puta, cómo puedes escribir tan bien. Esto... mueve el culo, vístete, usa esos pintalabios para algo útil y tira para Sants Estació, no tengo ganas de pagar un taxi.

Mariajillo dijo...

?????????????????????????

Sandra dijo...

¿Dónde ibas tan rápida esta mañana? algún día tendrás que dejar de evitarme, querida.
Ten, anímate un poco: http://vimeo.com/85229955

Mariajillo dijo...

Daría mis dos brazos por estar ahora mismo allí, amigos, Cartojal.. hasta las sevillanas me apetecen..
No te evito a ti, me evito a mí.

Unknown dijo...

Gracias por una noche de vasos medio llenos, y por sonreír tanto a pesar de tanto también. El mundo es de valientes, recuerda.
(Ya en la capital).

Mariajillo dijo...

A vos, por tanto también.

"En Caracas, el amigo es mi pana o mi llave: pana, por panadería, la fuente del buen pan para las hambres del alma; y llave por…
- Llave, por llave - me dice Mario Benedetti.
Y me cuenta que cuando vivía en Buenos Aires, en los tiempos del terror, él llevaba cinco llaves ajenas en su llavero: cinco llaves, de cinco casas, de cinco amigos: las llaves que lo salvaron".