3 de septiembre de 2012

Perdón por los bailes



Hasta hoy, no he tenido el valor suficiente como para apretar el botón que reproduce este vídeo clip. Quizás por miedo a la nostalgia, o a las ganas de matar por volver a mi valiente Malecón. Vuelvo, después de semanas de magia en estado puro y transparente, como el mar que me ayudó a resurgir de mis propias cenizas. Ver al gallego, esta vez feliz, perderse por las calles de La Habana Vieja provoca un efecto inmediato en un corazón con parálisis. Por lo pronto, me voy a darle quince abrazos al Libertad 8, me apetece oler Madrid.

*Este sábado, Dani y Pepo tocan en las fiestas de Bellvitge y el lunes 11, Rafita en la Vivaldi. Los septiembres, así, me gustan un poco más.

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