18 de febrero de 2014

Lo sencillo..

.. es pensar que ya no llueves sobre mi minúscula chispa de luz. Es desechar la idea de que no me apago lentamente y que -todavía- tengo la pequeña necesidad de protegerme de todos. 

Lo sencillo es pasar por el lado de la decepción, sin detenerme a saludarla "ey, ¿por qué me has jodido con tus versos impares y tus frases hechas?"

Lo sencillo es no verme reflejada en cualquier charco un viernes por la noche, mientras paseo sola y asustada por la melancolía de una calle que nunca nos verá crecer. 

Lo sencillo es perderme en la grandeza de un mar en calma, o en los pliegues que tus manos deshacen en mi falda.

Lo sencillo es olvidarme de ti. Nada deja más indefensa a una persona que el silencio, y yo, me he envenenado con el tuyo. 

Lo sencillo es hacer que nada importa, ni tu recuerdo, que duerme conmigo, y me duele de tantas formas, por tanto tiempo, tantas veces, tanto.. Y a veces me sorprendo recitando de memoria las arrugas de tu frente, y tus labios, y la cicatriz que tienes en el brazo izquierdo, con el que sueles levantar la cerveza cada vez que la vida te ofrece un motivo para brindar. Lo sencillo es abrazarme a este recuerdo aún sabiendo que, esencialmente, no somos más que un poco de lamento, un poco de olvido..

Lo sencillo es maldecirte cada vez que te apagas y me dejas huérfana de combustible, respirando a bocanadas los segundos que transcurrían entre mi "hola" y tu "¿qué tal?". Lo has vuelto a hacer. Parecer luz, digo. Y apagarte.

Lo sencillo es creer en la existencia de dioses justos y poderosos, que satisfagan mi deseo de salvación. Quiero que me salven, quiero que me salves del miedo a despertar y no encontrar a la persona con la que compartiría el resto de mi vida. Sálvame de sentirme -como una niña de 6 años- sola y perdida en un centro comercial abarrotado e inestable. 

Lo sencillo es repetirlo muchas veces: no te has ido, no te has ido, no te has ido, no te has ido, no te has ido, no te has ido.. por eso no vuelves.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Me quedo con todo lo bueno, con la vida que nos cabe dentro de un bolsillo. Con las notas escondidas con frases de tres o cuatro palabras como "eres mi sonrisa favorita", "te quiero abrazar ahora" o "nunca te vayas del todo". Ojalá de algo tan simple se pudiese volver a empezar. Yo siempre te diría sí a todo. Y quiero vivir lo que me queda de vida abrazado contigo. De noche. De día. De olvido. De frío. Sonrío por aquella vez en que escribiste invierno en mis manos y empezó a nevar. Tú llevas la magia dentro de ti y me has hecho partícipe del truco más grande del mundo: dormir a tu lado.