5 de febrero de 2014

Salvavidas

Clones perfectos, calco-manías en vena que te inyectan amaneceres, e irrumpen en el asesino insomnio como un vendaval para tus pulmones en ruinas. "Ya lo sabes, estoy aquí", y empiezas a encoger, despacio, hasta adquirir el tamaño necesario para caber en sus brazos salvavidas. Y no se lo dices, pero estás pensando que ese es un bonito lugar para quedarte a vivir, y así ahorrarte el amargo regusto de enfrentarte otra noche, insomne, a tus jodidas pesadillas.

Caer es tan necesario como aprender a levantarte, y yo siempre fui de subsuelos, porque abajo, y a os(curas), puedes sentir el tacto de las raices más profundas de las plantas que han conseguido sobrevivir a la torpeza de vuestro mundo per(verso) y despiadado. 

Hay momentos en que todo huele a tu ausencia y lucho por agarrarme al consejo que me darías si estuvieras aquí, conmigo, besándome la frente y enfadándote porque fumo demasiado. ¿Sabes? Te necesito, para que me salves la vida.

2 comentarios:

M. dijo...

Tots necessitem, però, vols dir que no saps quins serien els seus consells?. Jo, de fet, puc continuar fent,te creure que guanyes al gimnàs. O tornar-te al circ.

Mariajillo dijo...

Tu ets idiota, Jorge Primero.