28 de octubre de 2008

Sin contrato


Vamos a romper las reglas, por ejemplo, siempre. A reir ahora, a tocarnos, a matarnos con la mirada, a fumarnos la sensación de repetir, a crecer para atrás, y vivir equivocados.

Y vienes del trabajo, y me besas, y no poder parar. Entretenerte con una caricia y desear que acabe pronto, para que vuelvas a entretenerte con una caricia... y desear que no acabe nunca.

Y volar, y vivir ese momento, de nuevo rompiendo reglas, porque son las dos de la mañana y acabamos de despertar; porque el cansancio y temor por madrugar se hacen invisibles, y me siento más viva que nunca, aunque ya podría morir tranquila.


Vamos a desordenar cualquier momento, por ejemplo, ahora. A apartar los apuntes para besarnos, para recorrer tu vida en menos de diez minutos, y sentir que mi estómago es un hervidero de cualquier cosa. Y a cambiar tranquilidad por furias que acaban en la cama, o en el suelo. Y a apartar la guitarra porque ahora suena otra canción, la tuya, la nuestra.


Vamos a romper cualquier hábito. Y beber vino en la taza del colacao. Y brindar, y cantar, y bailar y cerrar los ojos y caernos al suelo; y no podernos levantar. Y vivir así, como anoche, sin reglas, por ejemplo, siempre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Plas plas plas... por fin un poco de calma entre tanto revuelo emocional. Vamos por el bueno camino petarda... vamos por el bueno.