8 de julio de 2009

Gracias

Camina deprisa, pero afina meticulosamente cada paso que da. Las mañanas empiezan a sonreír con su diversidad lingüística, con sus ganas de devorar la jornada, como si de un mal cortado pedazo de chocolate puro se tratase. Se debate entre la extrema racionalidad y el humor de calle, de esquina, el nuestro.
Remueve mis ideas, las ordena, para volver a dejarlas esparcidas en medio de un campo sembrado con delicada precisión. A su lado, me siento mejor persona; a su lado, me resulta necesario aprender, saber más de casi todo. Música, política, historia, gastronomía, cine... no hay materia que se escape a su virtuoso manejo del lenguaje. Juguetea con cada palabra, recurriendo a giros y paradojas, y hasta los términos más grotescos se aposentan en su correspondiente hueco, para formar una proposición no sólo sintácticamente correcta sino sencillamente cojonuda.
No hay forma alguna de pensar en él sin sonreír, sin recordar buenos momentos...
Hoy me apetecía hablar un poco de él, sí, de este chico alto, delgado... sí, con gafas, que estudió Ciencias Políticas, de Sabadell, sí coño, mi compañero, mi amigo, muchas veces mi salvación... ostia sí, que golpetea mi mano cuando anda de lado... ese mismo.

3 comentarios:

Lecram dijo...

¡Glups! Lo niego todo, y soy yo quien da las gracias. No cabe aquí el reconocimiento que mereces.

Èlia dijo...

mmmm.... no quisiera pecar de ingratitud, pero creo que la idealización existe y quizás te hayas sumergido en ésta.
No obstante, de ningún modo mi objetivo es impugnar tus sinceras, elogiosas y halagadoras palabras, pues qué duda cabe que esa misma persona me acompaña cada día, eso sí, con un aire más pesimista y taciturno que la que describes en tu blog, quizás la cotidianidad lo haya desalentado y a mi me haya inmunizado.
Pero de todos modos, muchas gracias por recordarme esas pequeñas cosas, detalles desapercibidos que nos ayudan a ser un poquito más felices.
Me ha gustado mucho el sentimiento con el que te has implicado y si te soy del todo sincera, me has provocado un agradable estremecimiento.

Sike dijo...

buf!!! la gallina en la piel...
siento una inmensa gratitud por poder compartir mi preciado camino con personas tan maravillosas como vosotros, personas que nutren, cada mirada, cada gesto y cada palabra, personas que recuerdan lo que hay detrás, pero aún más ven lo que vivimos ahora.