7 de enero de 2013

I need you so much closer



Sí, posiblemente, el mejor minuto y pico que vi nunca. Todos los sentidos anhelan la posibilidad de hacer real lo que parece ser un sueño.
Me atrae el regusto a rendición de la escena. Siempre he pertenecido al bando vencido. Parece claro: "Terror starts at home", en el mismo lugar dónde hoy me siento a salvo.
- Recuerdo los paseos por La Latina, dejándome atrapar -casi siempre- por un bar antiguo.
- Las noches de Libertad 8, dónde el ron sabe a nostalgia, como el café de Luis, como el tacto de sus paredes vestidas de González y Montero.
- Recuerdo las caricias amigas, que han ido recomponiendo, una a una, las piezas de un puzzle cansado y moribundo. Paciencia infinita, acordes que son bálsamo, mi cielo particular en esta tierra que yo habito.
- Recuerdo un muro entre tú y yo. Berlín ante un objetivo sediento de futuro.
- Aún recuerdo el viento en proa, dónde me enseñaron a nacer por tercera vez.
- Recuerdo que fui dos, para no ser nadie.
- París y tu olor, y tu sexo. Por fin de nuevo.
- Recuerdo existir, porque alguien me imagina.
No me quejo. He vivido. 

3 comentarios:

Sandra dijo...

Recuerdo estar, y que tú estás. Todos los tiempos se conjugan pronto, en uno.

Leo dijo...

Yo nací también en proa, y desde entonces, vos sos partícipe de todos mis recuerdos.
Por tantos más.

Mariajillo dijo...

Vientos de cambio..