19 de enero de 2013

Por domesticar



Después de una semana de mierda, de miedos, dudas, despedidas, y de todas esas cosas que hacen que me pase ahora mismo el rigor semántico por el forro de los cojones, me bajo al bar de siempre, con los amig@s de siempre, a beber lo de siempre y perderme entre canciones como ésta: " Ya viví lo suficiente para estar domesticado, pero no me han enseñado a ser maduro... Que duelen al respirar, son tantos olores: el viento de otoño, y en otoño oler la mar, el romero, las chimeneas y el olor a callejón...".


8 comentarios:

Sandra dijo...

Va cansina. Que no dejo de mirar la puta puerta.

Mariajillo dijo...

La pregunta es ¿qué coño hacéis ahí desde las 19? Bajo sobre las 23h, pasará Abel a buscarme.
PD. Tengo el móvil en silencio, pero vamos, podéis seguir.

David dijo...

Mmm... Haciendo exactamente lo mismo que tu novio.
A las 23h.. en 10 min. te pico. Espabila.

Mariajillo dijo...

Estoy.

Jordi dijo...

Lástima de borrachos. Supongo que estáis al tanto, pero el 1 de febrero tocan en Salamandra.
Ajo, si en un ataque de generosidad con tu hígado decides dejar ir a Jose contento y libre, vente a sobar a mi casa, tengo la séptima de Dexter.

Sandra dijo...

Quiero esa camiseta!!!!

Mariajillo dijo...

Va a ser que no.

Anónimo dijo...

Y esto es lo que pasa cuando apareces... Felicidad.