6 de agosto de 2007

Deja que esto no acabe nunca...

El sábado fuimos a ver a los Barri. Después de una semana un tanto complicada, lo único que me apetecía era plantarme delante de algún escenario y olvidarme de todo. Hacía mucho que no veía a los colegas y nada mejor que un bolo de Barricada para un reencuentro que todavía hace estragos en mi cuerpo (besetes Bakerillo, Pim Pon y cia).
"Sean bienvenidos a este circo..." primeros acordes que consiguieron hacerme abandonar la barra sin apenas pensarlo para plantarme delante de un Alfredo radiante, un Boni espectacular y un Drogas... UN DROGAS.
Tres horas de concierto, temas nuevos, temas viejos, temas acústicos, cañeros... sin que exista otra cosa que el grupo, el cubata de ron y Josete ayudándome a recuperar la consciencia. Bendito el sexo en una noche de concierto, benditas las letras de los Barri, bendito el día en que decidí que el rocanrol hilara las costuras de mi vida...
Dentro de un par de semanas, repetimos emociones. Esta vez en CastellBisbal... Hace siglos que no veo a los Reincidentes... dejemos que esto no acabe nunca.