30 de enero de 2014

Afuera en la ciudad



¿Cuánto tiempo va a llevarnos reponernos de los golpes? Treces de agosto que han de saber encontrar el camino de vuelta. Que así sea.

27 de enero de 2014

Lunes

Ya he revisado tres veces la agenda del móvil, y hasta he tenido los cojones de marcar un número en busca de oxígeno y morfina. Quería preguntarte si sabías de alguien capaz de desnudar traqueas y dejarlas así, sin ropa y sin lazo. Pero comunicabas, más que nunca. Porque sólo he acertado a percibir, entre el silencio, el "tútútútútú" de tu iphone telépata y servicial. Nunca un monosílabo reiterado fue tan hijo de puta, poniendo en mi tejado la responsabilidad de quitar, uno a uno, todos esos colchones que coloqué allá abajo, para caer sin dolor, y permanecer en el fondo de la nada hasta que algún todo ficticio decida que ya basta de toda esta mierda. No sé, tal vez hoy esté demasiado asustada;  como cuando llegas -sin saber cómo- al foco del deseo desmedido y te piras corriendo, esta vez sin saber por qué. 
Autodestrucción, marcas a cuchillo recién afilado en la piel, la elegancia del sufrimiento evitable, que decía Vila-Matas en ese París infinito que hoy me escuece con la misma intensidad que hace toda una vida. 
Va joder! coge el puto teléfono e invítame a leer, uno a uno, todos los versos de algún maldito poeta, o algún poeta maldito. Baudelaire, sin ir mucho más lejos, y su cielo -bajo y grávido- que hoy pesa como una puta losa sobre el espíritu gimiente y quejumbroso. Quiero garabatear espirales negras, y que las interpretes a tu manera, revolucionando teorías establecidas, que si la muerte, el universo, o la ausencia. Mira, el universo se puede ir a tomar por culo con todos sus equilibrios mentales, y la muerte tiene un regusto infinitamente más soportable que algunas ausencias. 
Tengo un montón de hojas en blanco por rellenar de proyectos en los que he dejado de creer, y me estoy fumando toda esta coraza apuntalada delante de un mar que se cansó de mí, el día en que yo decidí cansarme de él. Va, dímelo. Puta caprichosa, de pintalabios carísimos que usas de decoración, porque no te engañes, la vida es un decorado que tú has ido ajustando a tus necesidades, que no son pocas ni fáciles para quienes te rodean, y te señalan, con dedos de munición asesina. 
Bien, puede que sea momento de tambalearse de frente, hasta dejarse la cara en el asfalto, y esnifar todas y cada una de las rayas que no sé quién pinto en algún paso de cebra. 
Es lunes. Y no me pasa nada en particular, salvo eso.. Que es lunes. Y te necesito.

Compás de espera



Y aquí, pensando en el modo de evaporarme y que nada ni nadie duela.

Más de cien motivos..

Es lunes, tengo frío y pocas ganas de escribir.. Tampoco creo que fuera capaz de plasmar en una pantalla algunas de las sensaciones vividas este fin de semana, único e irrepetible, como casi todo. Canciones que ya escuecen, de esa manera en que sólo escuecen las canciones..






17 de enero de 2014

Actos involuntarios

Resulta que cada día tragamos alrededor de un litro y medio de saliva de forma involuntaria. Evitar hacerlo, sabiendo de antemano que estás enfrentándote a los caprichos de la corteza cerebral, es prácticamente imposible. Y en esa lucha entre mi voluntad y mis actos reflejos estaba cuando mi mente empieza a procesar información de toda índole bajo un desafortunado manto febril.. Delirar sin drogas es abrasivo, los reductos de consciencia se convierten en cenizas para dar paso a todo un mundo de fantasmas enloquecidos y hambrientos. Y entonces caigo en lo acertado que estuvo Goya cuando pintó "El sueño de la razón produce monstruos", y me asusta la idea de que la mía (la razón) se quede dormida para siempre, y entonces sea capaz de decirte que no quiero perderte,  o que me gustaría emborracharme contigo en una tasca de las afueras.
Pero entonces un par de héroes con bata blanca dejan que los antitérmicos fluyan por mis penas, y en unas horas recupero la consciencia y los monstruos desaparecen. Y sale el sol. Y escucho la canción más bonita de sus Versos y Madera. Y nunca te diré que no quiero perderte, ni que me gustaría emborracharme contigo en una tasca de las afueras.

16 de enero de 2014

El tiempo

El tiempo, ese gran sanador que habita cientos de bocas ignorantes y cobardes. Máscara frágil que se interpone entre aquello que deseamos ser y lo que nunca seremos. El tiempo no cura, amigos, el tiempo difumina, pero también lo hace una vaso de ron o una huida a la calle Libertad. Pedimos tiempo como quien pide fuego en la puerta de un bar cualquiera, sin reparar en que, lo que pretendemos -en realidad- es salvarnos de nuestros propios fracasos con la garantía de que, una vez libres, alguien nos estará esperando. Hay que terminar de una puta vez con el vicio temporal, no tengo tiempo, son tiempos oscuros, se me echó el tiempo encima.. Hay que erradicar a todos y cada uno de los terroristas que roban -por no sé qué puta razón del ego- el tiempo a cualquiera de sus semejantes, porque, óiganme, no hay nada en este mundo más valioso que el tiempo.

Si quieres, te doy las lágrimas que se perdían por todas los rincones de mi cuerpo cada vez que me balanceaba en el intento de recoger un control que tú, hábilmente, escondías. Te regalo los sueños de las noches en la isla, en las que nos abrigábamos de promesas tan hermosas como efímeras. Para ti, las melodías de las hojas secas que dejábamos atrás por las viejas calles de la pequeña Barcelona, o los atardeceres en Berlín. Te presto libros, discos, tarjetas de crédito, camisetas, el coche.. te doy clases de guitarra, de fotografía.. Te enseño a cocinar, a bailar flamenco o a coser los bajos de un pantalón.. Para ti mis pupilas, el frío tacto de unas manos cansadas o el sudor benevolente de una frente febril.. Pero no vuelvas a pedirme tiempo, mi amor, porque entonces me estarás condenando al destierro.

14 de enero de 2014

Noticias

En las aceras del Gamonal unos jóvenes recogen el balón de oro,
son los mejores, tú y yo lo sabemos, cada uno a nuestro modo.
Pero el mundo está muerto, porque el sol que se escapó de tu chistera,
y que iluminó la cara de todo un pueblo sediento ya no es noticia.

Una borrasca se acerca por el norte, señala el hombre del tiempo.
Pero nada dice de la primavera que escondes tras tu as de corazones,
y olvida mencionar que en Aribau el verano se adelantó medio año,
y que ahora las heridas son canciones,
y que el mundo es más sencillo en cualquier baño.

En la selva, el tigre devora, hambriento, a su presa,
un documental sombrío y decadente,
porque nada sabe del animal que despiertas en mi vientre.

El mundo, a pesar de que hoy sonríe, está muerto, nada sabe de ti

13 de enero de 2014

Un invierno en Madrid

Sabíamos, los dos, que hoy la vida sería una escalera de grises, que no vale la pena subir ni para estar un poco menos lejos del cielo. Lo sabíamos tan bien y tan cerca que no he tenido los cojones de agarrarme a cualquier atisbo de salvación que tuviera la puta valentía de llevarnos la contraria. Nos caemos y no tenemos la mínima intención de levantar la mirada para rendir devoción a esa esfera celeste que nos castiga con rayos de agua vaporizada y asesina. Y en medio de todo este carnaval de músicas y recuerdos, el mundo parece aliarse con el desastre que es tenerte tan lejos, y los "buenos días" son metálicos, los poemas de Ángel demasiado necesarios, y a los sobres les falta corazón.
Hace un rato, volví a ojear tu libro, esa puta maravilla que es repasar todas y cada una de las heridas que tú mismo te has dibujado en el alma. "No es tan raro, de tener cerca a alguien como yo, también optaría por la independencia", decías, tan comprensivo y cuidadoso.. tan equivocado. Y yo aquí, de-pendiendo y llorando, haciendo malabares para llevarnos la contraria en lo del gris y las escaleras, y luchando por agarrarme al recuerdo de tus versos, en voz baja, sobre mi oído.

Barcelona, 13 de enero de 2013.




2 de enero de 2014

Gracias

A la mierda los balances, gracias 2013, por tantos momentos de la puta hostia, gracias por esa lucidez que me ha ayudado a escoger tan bien y tan bonito. Año de mar, acordes, alcohol, risas.. Año de amistad verdadera, año contigo.
¡Feliz 2014!