19 de diciembre de 2008

Adios...

Hay despedidas que, como los amores, duran toda la vida. Pérdidas que, muy lejos de difuminarse lentamente hasta desaparecer, se van clavando hasta matarte. De eso moriremos algunos, de pena, por dejarnos arrastrar por esas ausencias asesinas.

Otras tantas, también como los amores, duelen durante un período determinado, en el que más que caminar por la vida, arrastras los pies con desgana pidiendo a gritos topar con alguien que te ayude a salir de ésta.

Las provisionales (seguimos hablando de despedidas) tienen su gracia, porque, a pesar de que el intervalo de ausencia no suele ser largo, sabes que terminarás viviendo nuevas historias que, a pesar de no ser las tuyas, las sientes como tal. Nunca estuve en Nicaragua, pero conozco hasta las calles que el paso del tiempo olvidó.

Pero lo peor de todo son las partidas en las que ni siquiera hay tiempo para despedirse. Y los días están cargados de imperfecciones y malas noticias; sólo deseas que pasen deprisa, y esta vez no es por volver a verte, sino por superar tu pérdida. También esperas un llamada, que no viene; o un encuentro inesperado que, lo sabes, tampoco viene, ni vendrá.

El destino no perdona. Y cómo dice Jor, si no es hoy, hubiese sido ayer, o mañana... Es por ello que, con una buena dosis de achuchones amigos, la fuerza incansable de su presencia, los buenos recuerdos y la indiferencia de las puñaladas, consigo, feliz, brindar por tiempos mejores.

18 de diciembre de 2008

17 de diciembre

Algunas noches, conciliar el sueño es una opción que camina unos cuantos pasos por delante de tus narices. Llega a ser desesperante, porque sería lo único que pudiera tranquilizarte, y corres, hasta que te das cuenta de que, por más que te esfuerces, hoy no dormirás.
También las buenos momentos corren, y se escapan. Y si te descuidas, no vuelven a aparecer. No estoy hoy para nada, prácticamente para nadie, porque perdí. Perder entristece, y parte de ti, nunca vuelve a sonreír.
Hoy no es un buen día, hoy no es nuestro día. Mañana tampoco lo será, ni pasado, y estos navajazos en el pecho, me dicen que nunca lo será.

Celebración por estos lares, y algunas veces ni me da tiempo a llegar al baño y llorar. Porque ya sólo queda eso... llorar.

14 de diciembre de 2008

Hoy he vuelto a caer - Boikot

Me cuesta respirar,
pierdo los nervios;
apuesto mi vida por ti;
llamamé sin rencor,
que hace tiempo,
que voy sin reloj;

En tu cabeza se esconde,
lo que no puedo encontrar.
Hoy he vuelto a caer,
y además me he vuelto a perder;

No tengo nada que esconder,
busco tus deseos,
y sólo quiero:
Romper el cielo a pedazos,
comerme el mundo a bocados,
llevar tu nombre grabado.

Me cuesta respirar,
pierdo los nervios;
apuesto mi vida por ti,
me tengo que escapar ,
es suficiente

sin mirar atrás.

Cuéntame, cómo estás;
Hoy parece que vas sin disfraz
ya me tragué tus mentiras,
para bien o para mal.

Hoy he vuelto a caer,
y además me he vuelto a perder,
no tengo nada que esconder,
busco tus deseos,
y sólo quiero...

Romper el cielo a pedazos,
comerme el mundo a bocados,
llevar tu nombre grabado.

Si volviera a nacer,
te buscaría otra vez;
hundir la nariz,
esnifaría tu sexo,
sin tiempo pa respirar.

Tengo mi vida tendida en una cuerda
y son las horas del sol de la mañana,
lágrimas secas de aquella madrugada
de nuevo aspiro, tu aliento en mi almohada.


Si no le importa nadie,
esta noche no amanece;
Son ya las 6:30,
¿dónde estará la gente?

Si volvierá a nacer,
te buscaría otra vez,
hundir la nariz;
Esnifaria tu sexo,
sin tiempo para respirar


*No me gusta hacer planes de antemano, pero estoy deseando que llegue el sábado 20 y plantarme delante de su revolución, en todos los sentidos.