29 de octubre de 2013

.. pero es Madrid

Recuerdo una tertulia literaria en la que Ana M. Matute explicaba que el auténtico concepto de añoranza hacia la que fue su ciudad (Barcelona) le invadía en el momento en que concebía que era incapaz de sentir su olor cuando soñaba que paseaba por las calles del centro. Los sueños, tan cargados de connotaciones mágicas y figuras literarias poseen terribles limitaciones vitales. A menudo sueño que paseo por la calle Montera, de camino a la oscura pensión que ahuyenta los miedos engendrados durante el año. Pero poco tiene que ver ese episodio mental y momentáneo con el frío que te cala el alma, mientras tarareas alguna canción de Leiva. Menos aún con la calma que te invade el saberte sola, en una ciudad donde a nadie le interesan los subrayados que regalas al libro de Vila Matas que justo terminas de leer.
Madrid me gana, en la inusual batalla por recuperar el tiempo perdido. Me regala la necesidad de cambiar el teléfono móvil por un trago de ron en el número 8 de la calle Libertad. Allí conocí a Annie Hall, y allí también me enamoré de ella ¿cómo no hacerlo? Me pregunto qué sería de mi vida si decidiera huir para siempre a ese barrio de libros ajados e historias tristes. Todo este montón de sílabas ajustadas a mi imaginación inconexa tienen ese único escenario. Y, entre tanto, los días van pasando, robándole horas al final. Y yo me entretengo pintando dos puntos suspensivos a mis sueños, en un acto de rebeldía hacia ese término incompleto y suicida. 

25 de octubre de 2013

¿A dónde vas?



"¿A dónde vas cuando estás hundido? A ponerme ciego, a quedarme sordo, a cerrar la boca, y no esperar más del amor. A  ver si aprendo a respirar, luego a empezar de nuevo, voy a empezar de nuevo"..

Sábado, te espero, con "clásico" incluído. Porque sí, no hay nada más clásico que los preconciertos del EUKZ, con toda esa gente que te ayudó a "empezar de nuevo". Ganas!

21 de octubre de 2013

Nunca nadie


Hay efemérides que te matan un poquito por dentro, del mismo modo que existen otros que consiguen resucitarte. Ya hace un año de la mejor presentación acrobática.. el pistoletazo de salida a la interesante terapia de conocerme un poco menos en cada uno de esos conciertos que he tenido el placer de compartir conmigo.
Nueva edición de Acróbatas.. y Bea, Asun, Vanessa, Ruben, Dani, Belén, Nuria, Oliver.. Tic tac

16 de octubre de 2013

Un día menos

.. Y me parece demasiado breve e imperfecto definirte en una hoja en blanco, ahora que tengo todo el espacio del mundo para imaginarte, ahora que -sin haber empezado- esta historia no ha hecho más que acabar, ahora que parafrasear al maestro apenas si tiene un ápice irreal de transcendencia. Rara noche no me dejo llevar por el delirio y la poesía, subversivos como armas sedientas de sangre inocente. Me empujan en esa cuesta indecente y ordenada que es la cotidianidad, bendita si te falta, perversa si se impone.

.. Y me parece injusto escribirte desde la lejanía, porque hoy he tenido en mis manos dos dibujos simétricos, en los que el tiempo y la distancia apenas son sílabas con diptongos enfrentados. Dibujos que imaginan bombas, democráticas ¿acaso el metal entiende de ideologías? Manos que dibujan, que son una. Manos que son dos, siendo una.

.. Y me parece osado querer saber de tu mirada que sonríe generosa, o de tu sonrisa que remueve células inquietas, de una forma casi dictatorial, que es la más justa de todas las formas. Y de atrevimiento se disfraza la curiosidad que se despereza calmada pero palpitante cuando me pregunto si tú también quieres saber de algo, o de nada, o de todo.

.. Y ya no no hay luces, ni sonidos graves que entonan versos solidarios. Tampoco hay demasiados argumentos para mejorar un texto inmejorable, y las segundas partes, casi nunca fueron buenas. O sí.

15 de octubre de 2013

Un día más

.. Y en ese momento sólo necesitas ser la desconocida que habita en un rápido trago de ron (o tequila). Ya no son horas de descuidar la poca razón que te queda y reencontrar esa mano, ahora perdida, que hace unas horas acariciaba tus miedos infinitos. Tampoco es tiempo de nadar en espejismos, esos que carretean entre verso y verso de cualquier cantautor de moda. Está de más querer compartir desarraigo contigo, que crees en territorios tangibles, que poco o nada tienen que ver con tus ojos azules, o el azul de la camiseta que me toca a veces. Y en este desvanecer de intensidad y de martes asesino, me siento en un banco cualquiera y respiro con la tranquilidad de saber que,  entre un par de manos no hay apenas nada.. Pero todo ese gran nada lo viví contigo, sólo contigo.