31 de mayo de 2009

Qué sería de mi...

Si la vida no fuera morirme y despertar,
si de pronto la muerte, se volviera un consuelo,
si la vida no fuera tenerte y gritar,
y hasta a veces perderte, por la gente y los celos,
si cuando me levanto no encontrara paredes...
si no sintiera a veces que me vuelvo común
si no me diera cuenta que la vida es un juego,
y si no fuera el hombre con el que duermes tú.

Qué sería de mi si no callera siempre,
si no me equivocara ni volviera empezar...
qué sería de mi si no pudiera verte
si no fuera tu sombra, ni te hiciera llorar...
qué sería de mi si creyera en el cielo,
si no diera una mano por hacerte feliz,
si me tragara el cuento de que existe otra vida..
qué sería de mi si no fuera por ti....

Si pudiera callarme cuando todo me duele
si no fueras mi calma y mi rabia también
si de pronto no sientes ese miedo a perderme
si no diera los huesos por quedarme en tu piel
si creyera que todo ya lo tengo ganado
si cambiaras de pronto si perdieras la fe
si no probara a veces el sabor de tu sangre
si no fueras mi fuerza y mi espada a la vez...

Qué sería de mi si no callera siempre,
si no me equivocara ni volviera empezar...
qué sería de mi si no pudiera verte
si no fuera tu sombra, ni te hiciera llorar...
qué sería de mi si creyera en el cielo,
si no diera una mano por hacerte feliz,
si me tragara el cuento de que existe otra vida..
qué sería de mi sino fuera por ti....

Moneda dura

29 de mayo de 2009

Ya ves...

Ya ves, a veces me canso de ser hombre y también
me agota escuchar que todo va bien,
y ver tristes hombres mirando al sur,
y no existir si no me miras tú.

Ya ves, a veces me canso de perderte y saber
que estamos solos y no va a volver
Guevara para darme la razón
de no verte tendida en mi colchón.

Y mientras tanto,
estrépito de andamios,
pateras y naufragios,
desvelan nuestro sueño.
Y mientras tanto,
si hoy se cae La Habana,
¿el día de mañana
quién será nuestro dueño?

Así yo canto para recordar
que sigues a mi lado,
que aún sueñas despierta porque así
vencemos el cansancio.
Así yo canto para recordar
que aún seguimos vivos,
si no ves más allá de tu horizonte
estaremos perdidos.

Ya ves, a veces me canso de ser libre, de ser
libre para venderme y caer
muerto donde mi libertad prefiera,
siempre al otro lado de tu frontera.

Ya ves, a veces me canso de mí y de no tener
valor para buscarte y cometer
todo delito que este amor exija.
"Quieta ahí, tus labios o la vida".

Y mientras tanto,
estrépito de andamios,
pateras y naufragios,
desvelan nuestro sueño.
Y mientras tanto,
si arde Lacandona
si Marcos abandona,
¿quién será nuestro dueño?

Así yo canto para recordar
que sigues a mi lado,
que aún sueñas despierta porque así
vencemos el cansancio.
Así yo canto para recordar
que aún seguimos vivos,
si no ves más allá de tu horizonte
estaremos perdidos.

Ismael Serrano


25 de mayo de 2009

Súbita mano de algún fantasma oculto

Súbita mano de algún fantasma oculto
entre los pliegues de la noche y de mi sueño
me sacude y yo despierto, y en el abandono
de la noche no diviso gesto ni bulto.

Pero un terror antiguo, que insepulto
traigo en el corazón, como de un trono
baja y se afirma mi señor y dueño
sin orden, sin meneo y sin insulto.

Y yo siento mi vida de repente
presa por una cuerda de Inconsciente
a cualquier mano nocturna que me guía.

Siento que soy nadie salvo una sombra
de un bulto que no veo y que me asombra,
y en nada existo como la tiniebla fría.


Fernando Pessoa

21 de mayo de 2009

Por encima de todas las cosas, son mis amigos...

Juraría que nunca te he dedicado un apartado en este blog, a pesar de ti. También a pesar de ti, jugueteamos a hacer que no soñamos juntos... No podemos hablar de música, ni compartir conciertos... ni siquiera tenemos amigos en común, que nos roben trocitos de nosotros mismos, de nuestro tiempo. A pesar de mi, me comprendes, me quieres... consigues que no queme el teléfono cuando he de llamar para pedir ayuda, desesperante táctica, puesto que conoces al dedillo mi amígdala cerebral, cuando anda perdida y cuando encuentra, nuevamente, su camino.
A pesar de los dos, nos conocimos un buen día (una buena noche más bien, de las mejores) y desde entonces no hemos sabido pactar un alejamiento moderado, a veces necesario... Mi amigo, mi confidente, mi compañero, el brazo que me va empujando cuando no soy más que un peso muerto, mi primer café del día, mi mejor partida de Trivial, ese sorbo de vino con principio y fin, horas de risas acompañadas de alguna compra, ese guiño acertado capaz de convertirme en la reina de la baraja, ese todo que conformas... Ese tú que se plantó hace 11 años a apenas unos milímitros de mi eje vital, y que espero que reste ahí para siempre.

18 de mayo de 2009

Maneras de ayudar

Hoy ha sido un día jodidamente extraño. Me he despertado con la certeza de que lo que acababa de soñar se iba a cumplir... Y así ha sido. El primer café con J. se ha basado en pequeñas confidencias, secretos que dejan de serlo, más por moldearlos con sus merecidos detalles, que por ponerles palabras. Pero el día viene con ganas de dar ostias, y la primera empieza con un mensaje de texto. Diversidad, de opiniones, de emociones, de miradas, para unos fugaces, para otros insignificantes, para otros tantos, sólo silencios.
Muere Benedetti, segundo mensaje de texto. Sobre la muerte me cuesta escribir, quizá porque todavía la huelo, y parece que si la nombro demasiado va a querer continuar merodeando por aquí...
En menos de un par de horas, intuyo una cola inacabable de recuerdos que vienen con la intención de quedarse... Esta idea me aterra, y empiezo a no poder controlar el miedo, o la tristeza, qué sé yo.
Cuando estoy triste, busco protección en las personas que tengo cerca, y ese creo que es un error bastante generalizado... ¿Y ahora quién me protegerá de tus ganas de ayudarme? No quiero reír, ni fingir que nada me afecta... sólo necesito saber que estás, y que, cuando haya terminado de llorar, seguirás estando... entonces, sólo entonces, podemos jugar a reír, y a fingir que nada importa... porque, en realidad, poco importa (no te me enfades Jor). Pero todavía hay tiempo y espacio para sentirte más miserable, y ahí viene cuando te recuerdan todo lo que tienes... y que, a pesar de ello, hoy estás triste.
Ahora he de salir de nuevo y prestar un poco de atención a mis obligaciones, las últimas por hoy... Sinceramente, espero que al señor 18 de mayo no se le antoje depararme más sorpresas.

PD. Mañana será un gran día, eso sí.

Triste nº1

Por la memoria vagamos descalzos
seguimos el garabato de la lluvia
hasta la tristeza que es el hogar destino
la tristeza almacena los desastres del alma
o sea lo mejorcito de nosotros mismos
digamos esperanzas sacrificios amores.

A la tristeza no hay quien la despoje
es transparente como un rayo de luna
fiel a determinadas alegrías.

Nacemos tristes y morimos tristes
pero en el entretiempo amamos cuerpos
cuya triste belleza es un milagro.

Vamos descalzos en peregrinación
triste tristeza llena eres de gracia
tu savia dulce nos acepta tristes.

El garabato de la lluvia nos conduce
hasta el hogar destino que siempre has sido
tristeza enamorada y clandestina

Y allí rodeada de tus frágiles dogmas
de tus lágrimas secas / de tu siglo de sueños
nos abrazas como anticipo del placer.


Mario Benedetti

12 de mayo de 2009

No sé si estoy en lo cierto...

Parece que, salvo estúpidas excepciones, corren buenos tiempos (y no para la lírica, que anda algo estancada, por cierto). Si bien es cierto que impera la calma, no puedo pasar por alto esta especie de hipersensibilidad a la estupidez ajena. Quizá me afectase menos si estuviéramos hablando de individualidades, en lugar de acercamientos “metidos a cucharón”. Vamos, que acepto de buen grado que uno quiera nacer gilipollas, morir gilipollas y ser constante durante toda la vida, pero por favor, que sea una carrera en solitario.
Y es que hemos de aprender a saber compartir, y, lo que es más difícil, a saber con quién compartir...
Disculpad, como dije antes, son malos tiempos para la lírica.

PD. El domingo recibí una mala noticia. Me gustaría saber escribir sobre ello, saber recordarte como mereces, pero nada de lo que pueda decir/hacer/ser ahora está a la altura, así que allá donde estés, tendrás que esperar un poquito.