21 de mayo de 2009

Por encima de todas las cosas, son mis amigos...

Juraría que nunca te he dedicado un apartado en este blog, a pesar de ti. También a pesar de ti, jugueteamos a hacer que no soñamos juntos... No podemos hablar de música, ni compartir conciertos... ni siquiera tenemos amigos en común, que nos roben trocitos de nosotros mismos, de nuestro tiempo. A pesar de mi, me comprendes, me quieres... consigues que no queme el teléfono cuando he de llamar para pedir ayuda, desesperante táctica, puesto que conoces al dedillo mi amígdala cerebral, cuando anda perdida y cuando encuentra, nuevamente, su camino.
A pesar de los dos, nos conocimos un buen día (una buena noche más bien, de las mejores) y desde entonces no hemos sabido pactar un alejamiento moderado, a veces necesario... Mi amigo, mi confidente, mi compañero, el brazo que me va empujando cuando no soy más que un peso muerto, mi primer café del día, mi mejor partida de Trivial, ese sorbo de vino con principio y fin, horas de risas acompañadas de alguna compra, ese guiño acertado capaz de convertirme en la reina de la baraja, ese todo que conformas... Ese tú que se plantó hace 11 años a apenas unos milímitros de mi eje vital, y que espero que reste ahí para siempre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Algo de mérito tienes tú también, no creas (me hiciste llorar).