24 de septiembre de 2008

Si Peter Pan viniera...


Con 12 años me llegó la hora, la puta hora de la razón. La que debora emociones, sentimientos e impulsos. Ya todo pasa por el filtro del conocimiento, y pierde autenticidad. Una autocensura despiadada nos persigue y vigila cada vez que queremos ser nosotros mismos. Lo peor de todo es que la muy jodida (la razón, ya sabéis) pretende que le estemos agradecidos, porque sin ella es probable que fuéramos la oveja negra de esta, nuestra sociedad. Y así vamos, pasando desapercibidos y esforzándonos por ser todo lo correctos que se espera que seamos. Es por eso que, a veces, quisiera volver a tener 6 años. Claro que si así fuera, probablemente, no sentiría este ir y venir de reiteradas contradicciones.
El caso es que he decidido enfrentarme a mis miedos, vergüenzas, pudores (o como quiera que se llame la barrera hacia lo discutiblemente prohibido)... ya os contaré mis progresos (ahora me da vergüenza).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Venga, empecemos a saltarnos normas!! ¿Comenzamos por la de no quedarse en casa los sábados por la noche?
Aireeeeee, soy como el aireeee....
Jor.