Deambulaba, con el terrible deseo de encontrarme con alguien que me ofreciera, por un precio razonable, la manera de olvidarlo todo. Pero, a veces sucede, que sólo necesitas sentarte sola y escuchar la guitarra del chico de rastas de la mesa contigua. Le preguntas por la canción que está tocando, y -con una sonrisa que ilumina tu día- añade: ¿te gusta? son dos acordes.
Una canción y una sonrisa son el comienzo de mi reconciliación con el mundo. El final lo has puesto tú, y ese paso cansado que te acerca a mí, para recordarme que "todavía nos queda munición para darle sentido a nuestras vidas".
PD. Las coloqué en un jarrón con agua. Y ya escribí los primeros sueños en esas hojas.
4 comentarios:
Mmm... y digo yo... ¿te gustaría merendar conmigo el miércoles? Dispongo de una hora y media en Barcelona, y sólo pienso en verte.
Si??????????????????? No hagas bromita con estas cosas, eh? Claro que me gustaría, sí!! Cuándo?? Dónde?? Sólo una hora y media??
Joder! Terminaré creyendo en dios y tal.
Quédate hasta el jueves, y nos vamos de conci.
1. De 18 a 19.30 aprox.
2. Dónde tú me digas.
3. Y gracias, he pillado a la jefa de buenas.
4. Nada me gustaría más... pero no quiero apretar.
Ganas de achucharte, mi reina.
El miércoles concretamos!! Qué guay!!
Publicar un comentario