Si dejas de quererme lo sabrá este poema
y todo lo que cuenta se va a volver mentira.
Los volcanes de Izalco y Santa Ana
se te olvidarán
y ya nunca habrás ido
al lago Coatepeque,
ni a las Puertas del Diablo,
ni habrás visto volar a los pelícanos
sobre la playa de La Libertad.
Si te marchas no habré estado en la selva
del Cerro Verde
y tú no habrás escrito
nuestro nombre en las hojas de un maguey.
Yo volveré a mi mundo de llaves sin memoria
y sábanas en blanco
y recuerdos impares;
a pensar que no existe equilibrio más bello
que el de las cosas que se tambalean;
que en el amor,
como en todos los juegos
los dados son más lentos que la suerte
y los tramposos ganan la partida.
Si dejo de mirarte
volveré a comprender
que el que dice que sueña con los ojos abiertos
es que en una de las dos cosas miente.
Hoy que somos felices
y la luna es tan blanca sobre San Salvador
que la imagino entrando al Café Bella Nápoles
a buscar el fantasma de un poeta perdido,
me ha gustado pensar que te marchabas,
para saber quién eres.
Hasta el miedo es hermoso desde que estamos juntos.
Benjamín Prado
4 comentarios:
Este lo recitó el día del Barrades con Pereza ¿Te acuerdas? A mí ya me impresionó entonces...
Feliz miércoles. Te paso a buscar luego y te callas un poco?
No, pesao! A las 18h o así en mi casa, te invito a merendar.
Te tengo unas ganas! Andrés Suárez y tú.. la felicidad está a unas pocas horas.
Vale sí, la fiesta que me quiero pegar luego no está mal tampoco.
Sabes las adolescentes cuando ven a sus ídolos? Pues algo parecido corre por mi estómago.
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