14 de mayo de 2010

Sueños

Llueve. El dibujo que la ventana deja entrever es todavía más triste, más descuidado que entonces, cuando estabas aquí.
El paso de quienes recorren las calles es tan quieto y cansado que sólo mirarles cree retroceder unos quice pasos dirección norte.
La búsqueda empieza a paralizar órganos, no hay hallazgos que merezcan ser considerados relevantes, las buenas noticias se esconden debajo de alguna piedra gris, con forma de espiral.
Hoy no recordó sus sueños, tal vez sonó con tu recuerdo.