18 de junio de 2007

La buena racha

Por el mismo camino que viene, la mala racha se va. Con pasos cansados, cabizbaja y cierto remordimiento. La mayoría de las veces, ni se despide. Me doy cuenta de su ausencia cuando, sin buscar, encuentro; y cuando pierdo lo que ya no sirve. Aquí es dónde hemos de prestar cierta atención, ya que, puestos a perder, nos da por perder atributos que, por regla general, suelen ser de mucha utilidad. ¿Quién no ha perdido alguna vez la paciencia? ¿Y la cabeza?

Después de algunas reflexiones, he decidido perder poco tiempo en buscar y más en retener lo que, sin buscar, he encontrado.

Buenas noches

PD: Esta tarde apareció por casualidad un viejo poema de Neruda que, en su día, alguien me escribió. Esta tarde perdí, de forma menos casual, esos paños de cocina que sólo la mala racha se atreve a regalar (gracias Irene y Adri por ayudarme a no buscar, os quiero).

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