28 de junio de 2007

La memoria de los peces

Llega el buen tiempo ahí fuera, por dentro sigo a oscuras. Las fechas no favorecen mi estado de ánimo. Papeleo propio del cierre de cursos, decisiones difíciles, exámenes... ¡quién pudiera volver a las vacaciones de tres meses! Entonces sí que disfrutábamos del verano, sin obligaciones, sin perder la cabeza haciendo números para viajar. Recuerdo las 6 horas de viaje; los cuatro en un 127 amarillo, apretados pero felices. Teníamos por delante un montón de días llenos de aventuras. Los días de piscina, las noches en el apeadero contando historias de miedo, los mareos de zurra, los viajes en autostop a algún pueblo cercano, los domingos de paella, los últimos juegos infantiles, los primeros besos, las fiestas de mediados de agosto, el cuadernillo de vacaciones medio hecho... Nada queda de aquellos tiempos sino el recuerdo. Me jode profundamente no haber sido consciente entonces de lo feliz que era.
El tiempo no pasa en vano, y el muy cabrón se lleva consigo una cantidad importante de pequeños tesoros que forman parte de uno mismo. Lo que no acabo de comprender es porqué no nos despoja de los malos recuerdos, aquellos que se van incrustando en algún lugar de nosotros y, desde ahí, preparan su plan de acción. Sin duda, una buena memoria es útil, pero también lo es la capacidad para olvidar.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Mientras no te olvides de nosotros. Nos vemos el sabadete. Muak

Anónimo dijo...

Mariajo, esos tesoros que son tan nuestros no se los puede llevar nadie... ni tan sólo el tiempo. Esos recuerdos son de cada uno, y aunque los malos recuerdos son igualmente nuestros, ¿para qué pensar en ellos? Centrémonos en lo que nos es grato, al cuerno lo que nos provoca desazón... Aunque parezca imposible olvidarlos, quizás logremos arrinconarlos, y quién sabe, quizás jamás volvamos a saber de ellos.

Anónimo dijo...

Esos veranos de 3 meses y estudiando todo lo que no habias estudiado en todo el verano, que normalmente estudiabas las dos ultimas semanas despues de haberte tirao todo el veranito de juerga y de fiesta en fiesta para sacar el aprobado raspao y claro esta no sienpre se aprobaba.
Yo recuerdo el "cuando terminen las fiestas de bilbao me pongo a estudiar" y eso era a mediados de agosto XDDDDDD aquello si que era vida. un beso guapa.

Mariajillo dijo...

Nothingman... cuánta razón tienes! Pooor favooor!!
Ilargi: déjate de melancolías y vente para aquí el 20 de julio, hay un festi que no pinta nada mal.

Anónimo dijo...

Quien no recuerda ese primer cigarro que uno enciende y mas si lo hace en el pozo del pueblo a escondidas de la gente. Y las noches en la puerta de la cope intentando arreglar el mundo?
Las canciones de "El Sartenazo".....
Como no recordar las lagrimas del ultimo dia del verano cuando ya estabas apunto de marchar y, como no, como no recordar aquellas cartas que dejabas debajo de la piedra de la puerta de tu casa, que se quedaba todo el año esperando a que tu regresaras.
Un beso guapa, a ver cuando vienes a recordar aquellos tiempos.

Mariajillo dijo...

No tengo claro quién eres pero me acaba de despertar una añoranza enorme...