19 de octubre de 2009

Spleen

Nunca he comprendido el motivo por el que, de pequeños/jóvenes/adolescentes/etc, nuestros "profes" nos hacían memorizar poesía; en mi caso concreto, sospecho que mi maestra de lengua/literatura odiaba tanto su profesión que, en algún momento de su vida, decidió convertir la enseñanza en un castigo para las 20 criaturas con las que tenía que compartir la mayor parte de su tiempo. Suerte que algunos años más tarde encontré el atractivo de dicha materia entre guitarras y litros de kalimocho. El caso es que durante aquellos años de tortura estudiantil, llegué a aprenderme dos poemas. Obviemos el primero y pasemos directamente a la parte interesante: Spleen... No sé cómo pero esta tarde sentí la necesidad de recurrir a la poesía "maldita". Baudelaire, cómo no. Y allí estaba Spleen, recordándome que, a los 18 años, y por mucho que nos empeñáramos, no había cielos grávidos ni espíritus gimientes...

Cuando el cielo bajo y grávido pesa como una losa
Sobre el gimiente espíritu presa de largos tedios,
Y el horizonte abarcando todo el círculo
Nos depara un día negro más triste que las noches;

Cuando la tierra se ha convertido en un húmedo calabozo,
Donde la Esperanza, como un murciélago,
Se va dando golpes contra las paredes con sus tímidas alas
Y chocando la cabeza con los techos podridos;

Cuando la lluvia esparciendo sus inmensos regueros
Imita los barrotes de una vasta prisión
Y un pueblo mudo de infames arañas
Viene a tender sus trampas en el fondo de nuestros cerebros,

Unas campanas empiezan de pronto a tocar furiosamente
Y lanzan al cielo un aullido espantoso,
Como los espíritus errantes y sin patria
Que se ponen a gemir con porfía.

Charles Baudelaire

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ualaaaaa... ¿obviemos la primera? No me jodas!! La vaca cega ha sido, es y será nuestra fiel compañera y objeto de descojone cada vez que salimos... Grande Spleen, sí señora.
Un buen día hoy, que no?

Mariajillo dijo...

Sí, hacía tiempo que no me reía tanto ;-)
A mi Spleen me da muy buen rollo oiga! Aún tengo tus flores del mal... el jueves, si eso, te las devuelvo. Nanit!

Anónimo dijo...

El jueves es el único día que trabajo de mañana, qué majas sois!

Lecram dijo...

Gran estupidez, obligar a aprenderse un poema. Así no se aprende nada. Los únicos versos que me sé de memoria, de Machado, estaban escritos en un muro hasta que hicieron tu casa.

"Y este dolor que añora o desconfía
el temblor de una lágrima reprime,
y un resto de viril hipocresía
en el semblante pálido se imprime"

Mariajillo dijo...

Mi casa... dentro de un edificio con placas fotovoltaiquis... me meo!!